"Espero que desde dónde estés tengas esta luna tan preciosa delante de tus ojos.
Ábrela.
Es delito no verla esta noche."
Tirón al desdén de un anticuado edredón que se presenta como el más fiel amigo en una noche fría, tras una jornada agotadora, encontrándote a cientos de kilómetros de tu 'lugar en el mundo'.
Suspiro, cómplice del esfuerzo realizado durante horas, que se desvanece al recibir esa atención que satisfaría al más burdo perro sin adiestrar.
'Espero que desde dónde estés tengas esta luna tan preciosa delante de tus ojos'; sabiendo que esa luna viste de broche por recibir esas palabras de por quién osa verse nombrada. Palabras que visten mi noche también.
Las cortinas cubren una ventana que oculta, supongo, un cielo despejado a orillas de una luna que luce llena.
'Ábrela'; puedo escuchar la dulce voz sureña que susurra descarada y autoritaria, inocente al mismo tiempo. Lo hago, sin duda, abro mi mente todavía más, si cabe, para que quepas.
Desorientado por la incertidumbre de ver(te) y de conocer qué tan intenso invita a querer compartir esa magia conmigo.
'Es delito no verla esta noche"; Nueve son las veces que voy a esperar verme queriendo compartir noches y caminos durante el resto del año. Se puede ver 1 vez al mes esa misma cara de la luna.
Siendo delito no verla contigo.
' Si tienes tiempo dame un segundo.'